Los 6 meses son un promedio de lo que suele ocurrir en la mayoría de perras. Cada hembra tiene su propio ciclo, es decir, puede ser diferente de otras perras, pero ella será muy regular. Por ejemplo, una perra puede tener su celo cada 7 meses, pero si de repente lo tiene cada 4 meses, hay que consultar al veterinario. Nosotros recomendamos a nuestros clientes que anoten la fecha en que aparece el celo, para poder detectar rápidamente las faltas de regularidad que pueden indicar graves problemas de salud.